01/10/2021
Sandra García Jaramillo y Darío Maldonado, profesores de la Escuela de Gobierno, en alianza con ProBogotá hicieron un estudio que busca conocer las experiencias de aprendizaje y el impacto percibido tras el cierre de colegios en el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, con especial enfoque en las brechas socioeconómicas.
A finales de 2020, más de 9 millones de niños, niñas y adolescentes en el país (y cerca de 1.2 millones en Bogotá) cumplieron 9 meses sin tener la oportunidad de visitar su colegio de manera presencial. Este estudio presenta los resultados de una encuesta realizada a hogares con niñas, niños y adolescentes en Bogotá con el fin de conocer las experiencias de aprendizaje y el impacto percibido tras el cierre de colegios. A continuación se resumen los principales hallazgos:
- La permanencia escolar en 2020 fue aIta, pero preocupa posible aumento de deserción en el 2021. La gran mayoría de estudiantes continuó matriculada en el 2020. Sin embargo, 2.5 % de los cuidadores encuestados reportó que un estudiante de su hogar dejó de estudiar cuando comenzó la pandemia. Al preguntar por el riesgo de abandono escolar 7,6 % de los cuidadores considera que el estudiante abandonará el colegio en 2021, lo que implicaría una deserción cercana al triple de la reportada en 2020.
- El contacto entre colegio y familia fue relativamente alto en el 2020, pero no el contacto entre los estudiantes y profesores o entre los compañeros. El 8 7 % de los cuidadores reportaron que los colegios tuvieron alguna comunicación con ellos desde el cierre de los colegios. Sin embargo, solo el 67 % de los encuestados reporta que el estudiante mantuvo contacto permanente con sus profesores durante el periodo de cierre de colegios y, tan solo 31 % reportó contacto permanente del estudiante con sus compañeros durante el tiempo de cierre de colegios. Este contacto con profesoresy compañeros es más bajo en colegios oficiales y en estudiantes de estrato socioeconómico más bajo.
- Hubo un gran esfuerzo por parte de los colegios para ofrecer actividades de enseñanza-aprendizaje a todos los estudiantes. Sin embargo, el acceso a las actividades fue desigual. Al 99 % de los estudiantes les ofrecieron algún tipo de actividad educativa por parte del colegio. Las más comunes fueron actividades por internet ( 97 %) y clases virtuales en vivo (91 %), seguido por actividades por Whatsapp ( 72 %) y el uso de guías impresas ( 71 %). Sin embargo, el 43 % de los estudiantes tuvo alguna dificultad en acceder a las actividades ofrecidas por el colegio. La dificultad para acceder a actividades por internet y a clases en vivo son particularmente altas para estudiantes en colegios oficiales y de hogares de estrato socioeconómico1 y 2.
- El tiempo dedicado aestudiar fue bajo, particularmente entre los estudiantes más vulnerables. El 60 % de los estudiantes dedica más de 4 horas diarias a estudiar. Sin embargo, el 23 % dedican menos de 3 horas, lo cual equivale a la mitad o menos de la jornada escolar reglamentaria previo a la pandemia y, al mínimo de horas de trabajo estipulado por el Ministerio de Educación para alcanzar los aprendizajes requeridos( 5 horas en primaria y 6 en secundaria).
- El acceso a dispositivos electrónicos y a conectividad no es universal ni está equitativamente distribuido. Cerca del 79 % de los hogares cuentan con un computadoro tableta, y 83 % con un teléfono inteligente. Si bien este es un porcentaje relativamente alto, en el 52 % de los casos estos son compartidos con otros miembros del hogar. Al analizar las brechas, se encuentra que mientras el 100 % de los hogares de estratos 4 al 6 cuentan con computador o tableta (73 % para uso exclusivo del estudiante), el porcentaje se reduce 70 % de estratos 1 y 2 (35 % para uso exclusivo del estudiante). Algo similar sucede con el acceso a internet: mientras 9 de cada 10 estudiantes en estratos 4 , 5 y 6 tiene acceso a internet de alta velocidad 5 de cada 10 estudiantes en estratos 1 y 2 tiene este tipo de internet.
- El cierre de colegios requirió en parte un mayor involucramiento de los padres y cuidadores y, contribuyó a que los cuidadores valoraran más el trabajo de los profesores. El 62 % de los cuidadores encuestados manifestaron que participan más en la educación del estudiante en comparación con el periodo previo al cierre de colegios. Por otra parte, el 70% de los cuidadores valora más las labores docentes respecto al período previo a las clases a distancia.
- Hay una preocupación frente al aprendizaje de los estudiantes en tiempos de pandemia. 1 de cada 4 cuidadores tiene una percepción desfavorable frente a la evolución del aprendizaje del niño, niña o adolescente con la educación a distancia. La percepción desfavorable frente a la evolución del aprendizaje es peor entre los cuidadores de estratos más bajos (32 %) en comparación con los estratos más altos(18 %) y; entre cuidadores de estudiantes en colegios oficiales (28.5%) en comparación con colegios privados (19%).
- También preocupa el deterioro de las relaciones familiares y el bienestar emocional de los estudiantes. El 31 % de los cuidadores de los estudiantes, considera que la relación en casa con el estudiante empeoró durante las clases a distancia. Esta p ercepción es más negativa en los estratos más bajosy en colegios oficiales. Adicionalmente, el 23 % de los cuidadores reporta que los estudiantes no están motivados para realizar las actividades académicas y, cercad el 30 % reporta mayores niveles de ansiedad, sobrecarga y dificultad de concentración con respecto al periodo previo al cierre de colegios.
- Hay una correlación positiva entre el acceso a dispositivos y el proceso de enseñanza-aprendizaej en términos del tiempo dedicado a estudiar, la percepción del aprendizaje y el contacto con profesores compañeros. Los estudiantes que tienen acceso exclusivo a un dispositivo (computador o tableta) tienen mayor probabilidad de estudiar más de cuatro horas al día en comparación con quienes no lo tienen. También tienden a reportar haber recibido mayor apoyo por parte de sus profesores y mayor contacto con sus profesores y compañeros. Asi mismo, los cuidadores de estudiantes con acceso a dispositivos tienden a reportar un mayor grado de evolución con el aprendizaje en comparación con quienes no lo tienen.
- Hay una correlación positiva entre el contacto con los profesores y compañeros y, el desempeño y bienestar de los estudiantes. Aquellos estudiantes que tienen contacto permanente con sus profesores dedican más horas a estudiar, se sienten más motivados para estudiar en casa y han evolucionado más con el aprendizaje. Más aún, la intención de abandono escolar es más de cuatro veces más alta para los estudiantes que nunca han estado en contacto con los profesores en comparación con los que han estado en contacto permanentemente. De igual forma, encontramos que a mayor contacto con los compañeros, mayor tiempo dedicado al estudio, mayor motivación y evolución con el aprendizaje.
Estos resultados dejan ver una grave aafectación a los niños, niñas y adolescentes que seguramente permanecerá por largo tiempo si no se toman medidas de mitigación y recuperación. Estas medidas tendrán que ser dirigidas con mayor contundencia a niños, niñas y adolescentes en condiciones de vulnerabilidad que se han visto más afectados.
