El documento en el que se basa esta presentación estudia los determinantes de los cambios que provocan la desigualdad de ingresos laborales en Colombia.
En esta sesión del Seminario de Asuntos Públicos, con la participación de nuestra profesora y experta en política social Sandra García y Luis Armando Galvis-Aponte, investigador principal del Banco de la República, se analizó detalladamente este estudio, en el que se pueden evidenciar las preocupantes desigualdades de ingreso en Colombia y cómo, desde 2010, empezaron a crecer. Un completo análisis que contribuye al diseño, estructuración y formulación de políticas públicas que ayuden a disminuir las brechas económicas en el país.
La desigualdad en materia de oportunidades e inclusión es un punto trascendental y puede afectar directamente las variables macroeconómicas, impidiendo el crecimiento sostenido de la economía de Colombia. Temas como la disminución del empleo, las disparidades en la participación laboral por género y los efectos derivados de la pandemia conllevan a que se registren menos aportes al capital en los hogares. Cuanto mayor sea la tasa de desigualdad, más alto es el riesgo de presentar inestabilidad económica, debido a que esto puede desincentivar los proyectos de inversión.
Sandra García enfoca la presentación hacia la importancia de la educación como un factor primordial que ayudó a reducir las desigualdades de rentas laborales. El problema surge cuando las personas de menores ingresos no logran tener acceso a educación de calidad, por lo que es importante mantener y promover políticas públicas que ayuden a aumentar la tasa de permanencia en la academia. Esto especialmente para la población más vulnerable, quienes no tienen la oportunidad de formarse sin la colaboración del Estado.
El estudio (si bien estaba planeado hasta 2019) alcanza a reunir información del año 2020, ya que la pandemia es un fenómeno que no se podía dejar de analizar. La coyuntura de la Covid-19 ha tenido efectos que aumentaron la desigualdad a niveles de inicios de la década de 2010, aunque actualmente estas cifras se han venido recuperando. Las transferencias del Estado han sido fundamentales para disminuir las repercusiones de la pandemia en los ingresos a los hogares más pobres, otros aspectos como las rentas laborales y los arriendos también contribuyeron a reducir la brecha económica por concepto de ingresos no laborales en la mayoría de las ciudades.
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