El futuro del trabajo en Colombia en la era de la IA: hallazgos de la décima mesa multiactor sobre regulación de la IA






El 20 de agosto se llevó a cabo la décima mesa multiactor sobre regulación de la inteligencia artificial (IA), organizada por la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes y la Universidad Externado de Colombia. El encuentro reunió a académicos, representantes de sindicatos, funcionarios públicos, empresarios, artistas y estudiantes para debatir cómo la IA está transformando el mundo laboral en Colombia y qué implicaciones podría tener sobre la regulación de IA.
La jornada comenzó con la presentación del profesor Juan David Gutiérrez, de la Escuela de Gobierno, quien compartió un estudio realizado junto a la Fundación Corona y la iniciativa GOYN Bogotá titulado “Implicaciones de la inteligencia artificial en los mercados y ocupaciones laborales en Colombia: Caso de estudio comparado”.
El informe dejó claro que, aunque en Colombia solo el 10% de los procesos están automatizados, el 91% de los empresarios colombianos encuestados cree que la IA cambiará sus negocios en los próximos años. Según estimaciones de la OIT que incluyen proyecciones para el caso de Colombia, el 3% de los empleos podría desaparecer, un 14% ganar productividad y un 18% cambiar de manera incierta. Las personas más expuestas al desplazamiento laboral son mujeres, jóvenes y profesionales universitarios.
El estudio también presentó un análisis de la incidencia de la IA en tres ocupaciones clave:
· Abogados: Las grandes firmas invierten en capacitación, seguridad informática, herramientas de IA generativa licenciadas y cuentan con políticas internas de uso de IA. En contraste, las firmas más pequeñas y abogados independientes tienden a no invertir o contar con estos elementos. No se han presentado casos de desplazamiento laboral, pero en el mediano plazo podrían reducirse las vacantes para recién egresados en las firmas de abogados más grandes.
· Desarrolladores de software: La IA está integrada en el día a día de la mayoría de los programadores y el uso de herramientas que asisten en la escritura de código informático es intenso. El reto identificado por los desarrolladores con mayor experiencia es evitar que los desarrolladores más jóvenes dependan excesivamente de las herramientas de IA, pues puede afectar negativamente el desarrollo de competencias que son importantes en etapas posteriores de su profesión.
· Centros de llamada: Las empresas han invertido en herramientas que les han permitido automatizar capas iniciales de atención al cliente e implementar determinadas “campañas”. Algunas empresas cuentan con chatbots que facilitan la búsqueda de información por parte de sus empleados, pero esta no es una apuesta generalizada del sector. Hay un mayor riesgo de desplazamiento laboral en el mediano plazo en relación con algunas actividades de atención.
Un hallazgo transversal para los tres casos, es que la IA tiene la potencialidad de liberar tiempo de tareas repetitivas, pero exige nuevas habilidades como pensamiento crítico, creatividad, adaptabilidad y aprendizaje continuo.
El panel: preocupaciones y propuestas
El panel, moderado por la profesora Sandra Ortiz, permitió escuchar perspectivas distintas y complementarias:
· Rafael Arias (Fundación Corona) advirtió que solo el 36% de los colombianos tiene competencias digitales básicas, lo que puede ampliar desigualdades. Propuso certificaciones rápidas y microcredenciales para preparar especialmente a jóvenes y mujeres.
· Germán Humberto García (SUNET) reconoció que la IA puede mejorar la eficiencia en el sector público, pero cuestionó hasta dónde debería llegar la automatización: “¿Quién nos va a calificar: un jefe o una máquina?”. Alertó sobre la posible “deslaboralización” si los algoritmos se usan para recortar derechos laborales.
· Catalina Plata (Asociación Colombiana de Locutores y Comunicadores) puso sobre la mesa un ejemplo concreto: la síntesis de voces con IA que ya está desplazando a actores y locutores. Propuso regular bajo las “4 C” (consentimiento, control, compensación y crédito) y crear una huella biométrica de la voz para proteger a los artistas.
· Natalia Ramírez Bustamante (Universidad de los Andes) explicó los alcances de la Reforma Laboral (Ley 2466 de 2025), que regula por primera vez el trabajo mediado por algoritmos, particularmente en relación con plataformas digitales. La ley obliga a que haya supervisión humana en decisiones críticas y permite a los trabajadores impugnar decisiones automatizadas. La calificó como un paso pionero en América Latina, aunque reconoció que su implementación será un reto y que debe incorporar un enfoque de género y equidad.
Los panelistas coincidieron en que la IA transformará de manera irreversible el trabajo, y el país necesita reglas claras, formación masiva en habilidades digitales y protección a los más vulnerables.
Mesas de trabajo: consensos y desacuerdos
La jornada cerró con un ejercicio práctico de construcción colectiva. A través de la plataforma Menti se priorizaron cuatro temas, y se conformaron cuatro grupos de trabajo que los discutieron durante 45 minutos antes de compartir sus conclusiones:
1. Salud mental y riesgos psicosociales: preocupación por el aumento del estrés y por el uso de IA como “terapeutas digitales”. Se pidió regular, capacitar y adaptar sistemas de salud laboral.
2. IA generativa, derechos de autor y laborales: propuestas para proteger la imagen y la voz, crear un régimen sui generis de derechos de autor, establecer mecanismos para medir daños económicos y garantizar trazabilidad y transparencia. Las “4 C” fueron señaladas como principios clave.
3. Creación de nuevos trabajos: se identificaron empleos emergentes como capacitadores, implementadores, supervisores y tomadores de decisiones. Se insistió en una estrategia nacional de capacitación masiva en áreas como ciberseguridad, ética e ingeniería de prompts.
4. Desplazamiento laboral y reconversión: necesidad de flexibilizar currículos educativos, acelerar el Sistema Nacional de Cualificaciones y articular los 18 proyectos de ley en curso sobre IA. Incluso se discutió la posibilidad de una futura “sociedad subsidiada”, donde la IA asuma gran parte del trabajo y las personas se concentren en lo creativo y lo social.
Los grupos coincidieron en que la IA puede abrir oportunidades, pero también plantearon la necesidad de considerar instrumentos regulatorios para gestionar riesgos.
Lo que viene
Al cierre, el profesor Juan David Gutiérrez recordó que “el trabajo apenas comienza” y anunció que la próxima mesa, en octubre, buscará involucrar más directamente al Ministerio de Educación y al Ministerio del Trabajo.
El objetivo: avanzar hacia políticas públicas que garanticen transiciones laborales justas frente a la IA, con equidad y sostenibilidad social en el centro de la agenda.
👉 Vea el evento completo aquí: Implicaciones de la IA para los mercados y ocupaciones laborales