Más y mejores transferencias monetarias en tiempos de COVID-19
Autores: Liliana Narváez, Yadira Díaz
La pandemia del COVID-19 confirmó su primer caso en Colombia el 6 de marzo de 2020. Desde la llegada del virus al país, tanto el Gobierno nacional como los gobiernos locales han tomado una serie de medidas de aislamiento para la prevención de la pandemia. El 18 de marzo Bogotá inició un simulacro de aislamiento que fue seguido por confinamiento obligatorio en todo el territorio nacional (Decreto 457 de 2020). A la fecha se tiene previsto que culmine el 1° de julio. Durante este aislamiento preventivo, el Gobierno nacional y las principales entidades territoriales han puesto en marcha una serie de medidas de asistencia social que buscan contrarrestar los efectos económicos que la cuarentena inflige sobre la población pobre y vulnerable. Dentro de las diferentes políticas implementadas se contemplan transferencias monetarias y ayudas en especie. Mientras que las estrategias de cobertura nacional se centran exclusivamente en transferencias monetarias, los programas locales han preferido una estrategia mixta de entregas. Sumando medidas, tanto nacionales como de las principales ciudades del país, se espera que cerca de 8,2 millones de hogares colombianos reciban transferencias monetarias. Si estas trasferencias se logran focalizar, asegurando una única familia por transferencia, podrían llegar a representar más de 50 % de los hogares colombianos. Asimismo, alrededor de 2,1 millones de hogares recibirán transferencias en especie en forma de mercados o bonos canjeables. Dando un balance a la fecha, tanto el esfuerzo nacional como el territorial ha sido significativo; sin embargo, es importante preguntarse: ¿cómo podemos mejorar los esfuerzos de asistencia para reducir el impacto económico de la pandemia en la población más pobre y vulnerable? Esta nota presenta parte de la evidencia nacional e internacional más relevante al respecto, analiza la focalización y tamaño de las transferencias monetarias a la luz de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) y presenta recomendaciones para el contexto específico colombiano.