Velocidad vs. verdad: los retos de frenar la desinformación









¿Qué pasa cuando la desinformación avanza más rápido que los hechos? Esa pregunta guio el debate en el foro “Conectados con la verdad”, un espacio de medios, creadores y expertos contra la manipulación digital.
La Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes abrió espacio el 26 de septiembre a un encuentro para analizar los retos de verificar información en tiempos de velocidad, polarización y algoritmos, de cara a las próximas elecciones.
Participaron de este evento Fidel Cano (director de El Espectador), María Alejandra Villamizar (Caracol Noticias), Andrés Murcia (Pulzo), María José Echeverry (La Silla Vacía), Gabriela Alonso Jaramillo (creadora de contenido, Apolíticos) y Juan David Gutiérrez (profesor asociado, Uniandes). La moderación estuvo a cargo de Camilo González, profesor asociado y director de Investigación y Consultoría de la Escuela de Gobierno.
Desde las salas de redacción, Fidel Cano (El Espectador) y Andrés Murcia (Pulzo) advirtieron que el modelo digital premia lo emocional y polarizante, mientras el periodismo verificado —más lento y costoso— compite en desventaja. La conclusión: menos carrera por la primicia y más pausa para verificar y explicar.
María José Echeverry (La Silla Vacía) subrayó tres tensiones:
- La brecha de velocidad entre desinformación y verificación.
- La incertidumbre de la financiación en plataformas.
- La estigmatización de verificadores por parte de líderes y comunidades digitales.
Desde la creación independiente, Gabriela Alonso Jaramillo (Apolíticos) puso el foco en un vacío: no existe verificación sistemática para creadores, muchos trabajan sin apoyo y algunas opiniones se venden como datos. Su recomendación al público: contrastar fuentes, pedir evidencia y usar herramientas básicas de verificación.
El profesor Juan David Gutiérrez (Uniandes) pidió leer el fenómeno como tecnología y poder: las plataformas no son neutrales; sus algoritmos priorizan narrativas y reconfiguran el debate público. Alertó además del desvío de tráfico hacia chatbots y respuestas automáticas, con impacto en la sostenibilidad de los medios y el acceso a fuentes originales.
Por su parte, María Alejandra Villamizar defendió la factura editorial en TV y subrayó que “los periodistas no están para desmentir la ‘mentira del día’, sino para publicar la verdad y cumplir una función social”.
Las claves para verificar mejor se centraron en cinco frentes: la necesidad de un criterio editorial claro que priorice lo viral, lo que tiene alto potencial de daño —como temas de salud o elecciones— y las declaraciones de figuras públicas; el uso de herramientas abiertas como búsquedas inversas de imágenes y videos, rastreo de origen y análisis de metadatos; la adaptación a formatos nativos para redes sociales, capaces de explicar con rapidez, contexto y evidencia en el lenguaje propio de cada plataforma; la construcción de puentes entre medios y creadores para amplificar verificaciones allí donde circulan los bulos.
Finalmente, la formación de ciudadanías críticas que sepan dudar antes de compartir, reconocer sesgos, contrastar fuentes y distinguir entre información, opinión y propaganda.
El foro marcó el inicio de un curso sobre desinformación liderado por Damián Cardona (ONU), que explorará métodos y herramientas de verificación en tiempo real. Puedes conocer más información del curso aquí.